OM TARE TUTARE TURE SOHA

miércoles, 30 de noviembre de 2005

¿Cómo lo hago?



¿Qué se debe hacer, en esta vida, para irse, cada día a la cama, sin remordimiento de conciencia?

.....acostarse con una satisfecha sonrisa?

¿Hay alguien que lo sepa?

jueves, 24 de noviembre de 2005

La Propiedad


Cuando era niño, si, claro que me acuerdo, cuando era niño no dudaba del certificado de propiedad que tenía sobre las personas.
De pequeño veía a los demás como objetos de mi propiedad. Mis amigos, mejor dicho "mi amigo", siempre he sido amigo intimo de un solo amigo, aunque después con los años amplié el número de personas que consideraba amigos.

Pues bien como decía, con 5 años la persona con la que iba a explorar el mundo la consideraba mia.
No había duda, fulanito estaba a mi disposición, a mi criterio y a mi capricho. No había lugar a otro pensamiento. Tenía mi pistola de madera y tenía a mi amigo, era la Arcádia feliz, era la infancia. No existían dudas existenciales, todo era fijo y absoluto.

Y, casi de repente me desperté, dándome cuenta de que no, no existía la propiedad sobre las personas. Todas ellas iban dejándome en la cuneta.
La novia, el amigo a la mili, el compañero de clase a otro colegio, el amigo del barrio desaparecia tras las faldas de una chica, la chica que me gustaba se hacia mayor y desaparecia de mi vista....todas esas personas que rondaban a mi alrrededor, en un instante, ya no estaban, no erán mias.

Qué descubrimiento!!, qué perplejidad!!. Las personas no pertenecen a nadie, son autónomas, no necesitan ser propiedad de nadie para existir. A partir de este descubrimiento mi dolor interno, nacido en las catacumbas del alma, no ha dejado de insistir. A todas las personas que he querido, que he amado, siempre han acabado por desaparecer de mi lado, ¿cómo es posible?

Ahora, desde mi soledad, desde mi introspección, veo el mundo con ojos tristes, al saber que no dispongo de todos esos seres humanos que me gustan a los que amo y quiero. Son independientes. Sus intereses no tienen por que coincidir con los mios.

lunes, 21 de noviembre de 2005

La herida sensible

Un periodo de desintoxicación necesita apoyo psicológico, en este periodo la persona se encuentra desnuda. Cuando te sometes a una desintoxicación el sentimiento, la sensibilidad está muy expuesta.

Al momento, inmediatamente que una herida aparece en tu cuerpo, cuando me corto con un cuchillo, la sangre sale, el dolor aparece. Y toda la zona dañada adquiere una extraña sensibilidad. Simplemente nada más mirarla, duele.
Todos los golpes, los roces, todo va hacía la herida. Se forma una zona imántada alrrededor de esa herida que hace que cualquier sensación tactil tenga su origén y final en esa herida.

Esto ocurre durante mucho tiempo, durante todo el tiempo en el que la herida está activa, mientras sangra, duele, los golpes van hacía ella. Así es, sin una razón específica sin un criterio razonable. Así es.

Lo mismo ocurre cuando estás herido por la desintoxicación. Yo estoy en este periodo, yo estoy herido en mi alma. Estoy en un periodo de lucha interna por no fumar heroína, estoy viviendo cada momento en un estado sóbrio. Todo es nuevo para mi, no me acordaba de este estado actual.

Mi herida esta en mi mente, en mi sensibilidad, en mi emoción. Una mota de polvo de pensamiento es suficiente para causarme un intenso dolor de alma. Cualquier ráfaga de viento que toque mi emoción hace saltar un torrente de lágrimas que corren despeñándose por mis mejillas.
Una palabra dicha con sentimiento basta para causar un mohin en mi boca. Un acto de generosidad hace que una lacerante puñalada se instale en mi pecho. Una sonrisa de alguien bello me desmaneja y hace que caiga desmayado en el suelo. Una simple luz de atardecer nubla mi vitalidad paralizándo todos mis miembros.

Esta extrema sensibilidad, esta emoción en estado de permanente llaga me tiene postrado. Estoy agotado por el poder de la belleza, me encuentro sin fuerzas, arrebatado por la inmensa bondad que todo lo abarca.
¿Durará mucho este estado?, ¿Cuanto tiempo permaneceré despellejado, sin defensas?

Quisiera que todos los seres que sienten, todos los seres humanos, al menos, tuvieran esta experiencia de la desintoxicación, a pesar de ser un mal deseo, para que vivieran la infinita libertad de saber que las sensaciones, las emociones, la necesidad de sentirse vivo, de ser un animal emocional, de saber que hay intuición, es una potencia de todo ser consciente, es un derecho de todos los que estamos vivos.


Me gustaría que todo esto no fuera tapado por una gruesa capa de experiencia, que de tanto vivirlo se olvide y olvidado se convierta uno en una persona insensible y ocupada en sus asuntos.

sábado, 19 de noviembre de 2005

La vida de los muertos vivientes

Parece mentira que por la calle, por las aceras, parques caminen espectros en forma de personas.
Lo tienen todo, son como personas auténticas, incluso las miras de cerca y tienen hasta el último detalle; el olor, color y textura. Todo es igual, salvo que no son personas vivas, son espectros.

Alguien dirá que esto que digo no es cierto.....puede. Pero esto no varía el hecho de que por la calle caminen espectros en vez de personas con alma.
Aún hoy en día no he visto que alguien de ese flujo constante de cuerpos que caminan se tome interés por algo que ocurra a su lado.
¿Se molesta alguien en preguntar al prójimo por su estado de ánimo?....no, no lo hace nadie. ¿Es que alguien tendría que hacerlo?

Nunca oigo por la calle, ¿necesita algo señor?
Nunca veo a mi lado a alguien que ayude a cruzar a un anciano la carretera.
Aún tengo que ver, en plena calle, a un adulto atando el zapato de un niño.
¿Acaso me susurran al oido en un semáforo algo así como "tenga cuidado señor con los coches"?

No, miro al cielo y no me deslumbra, ¿Por qué?
Miro al suelo y no veo mi reflejo ni mi sombra, es que no hay sol que ilumine.

Y sin embargo, a pesar de todo ello, la gente dice que es feliz. ¿De veras?, ¿en serio?.
Es lo que tiene el dejar de estar anestesiado por los opiaceos, que al estar sóbrio te das cuenta del húeco existente en los corazones andantes que se creen personas pero que son espectros, fantasmas sin alma.

Joder!! que mi grito se oiga en la momtaña más alta del planeta.

viernes, 18 de noviembre de 2005

Otro color de vida

Pienso que cada persona se relaciona con su "propia" vida de forma consecuente a su pasado, a su personalidad, carácter, fantasmas, traumas, origén y más, muchas más cosas.
Todas ellas sumadas conforman lo que yo después veo por la calle, o en mi casa, es reflejado en mi mente o conciencia.

Durante muchos años mi visión ha estado teñída por los narcóticos, mi mirada tenía que atravesar esa bruma opioide en mis retinas. Todo se coloreaba de marrón claro como el polvo. No es malo, no es bueno, no es indiferente, simplemente es así. Y dependiendo del momento puedo adjetivar mi estado de acuerdo a uno de esos tres estados; bueno, malo e indiferente.


....Pero, si pero desde hace dias, esta claridad me ciega, esta ausencia de bruma marrón clara, no está. Y es así porque ya no tiño mi existencia de narcóticos.
Lo he pasado tan mal, tan absolutamente desmanejado que me extraña que pueda contarlo.
Pero así es, aqui estoy escribiendo mi nuevo panorama visual. La gente no tiene pegada a si misma ningún concepto. Cuando miro pasar a las personas por la calle no me doy cuenta de que lleven escrito en su cara el como son o como piensan o si son buenas o malas personas.
Todo eso, esos conceptos salen de mi. Como geiseres filandeses brotan de mi conciencia llenándolo todo con sus conceptos, rígidos, estáticos, inamovibles.

Ahora no, ya no, ahora es limpio, claro como mañana de otoño amaneciendo. Ahora no hay color en esta vida, ahora es incolora, como agua corriente. Ahora me puedo poner unas gafas del color que me plazca, pero sé que la vida es incolora.

El color se lo ponía yo antes, ahora no.

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