OM TARE TUTARE TURE SOHA

lunes, 29 de mayo de 2006

No sé que hacer

Alguien me reprochó en una ocasión que dijera que mi mente me engaña, pensó que era algo así como una cobardía, él siempre estaba dando lecciones de lo dura e injusta que era la vida, de la valentía que había que tener para arrastrarse por una vida cruel y monótona, que él llevaba sin ni siquiera darse cuenta. Filosofaba acerca de sus sentimientos, no los vivía, los exponía a los demás como si se hablase de una mala película recién vista. Escribía esas emociones esas vivencias de una forma retorcida casi ininteligible. Se sentía orgulloso de poder escribir de forma tan indescifrable que hacía que pocos, mejor dicho ninguno, entendiera y así reafirmarse en el hecho de su propia genialidad.

Pobre hombre, no es una excepción hay millones así. Todos creemos que nuestra vida es tan dura y digna de compasión que cuando sale alguien y se ríe de nosotros le estigmatizamos y le expulsamos de nuestro lado. No nos damos cuenta de lo absurdo de pensar en términos de individualidad, uno no es nada comparado a los miles que existen frente a nosotros.

Me doy cuenta de que no cabe en nuestra mente el hecho incontestable de la proximidad de la muerte. Yo vivo sin prestar atención a mi propia muerte, por eso digo que mi mente me engaña. No hay nada en esta vida que tenga importancia frente al hecho de desaparecer de la propia vida. Todo, cualquier cosa que piense o que pensemos deja de importar cuando somos capaces de pensar en que un día no veremos nada de lo que vemos en estos instantes y que, más arrebatador aún, no tenemos ni idea de cuando pasará. Por eso he llegado al extremo de bajar mis brazos, ponerlos en huelga, hasta que entienda el significado de cada acto mío, de cómo influye en mi presente y en mi futuro.
¿cómo puedo preocuparme de escribir cuando no sé que hacer en el minuto siguiente? Debo comprender que la libertad de elegir lo es para avanzar hacia mi propia desaparición y actuar en consecuencia.

viernes, 19 de mayo de 2006

Yo soy un blogger, ¿si?


No sé a que edad exactamente empecé a leer, supongo que en párvulos, si me acuerdo que me gusto, pronto me di cuenta de que leyendo conocía cosas, me entretenía cuando estaba aburrido, pasaba el tiempo...incluso me podía chulear frente a mis amigos de cosas que ellos no sabían. Así que pronto me aficioné y eso me llevó, como algo natural, a escribir. Supongo que al leer libros uno se pregunta si él mismo sería capaz de escribir cosas tan bellas o interesantes o entretenidas como las que lee... claro que había lecturas bastante pesadas o sin interés, aunque es verdad que pronto terminaba con ellas. Bueno pues eso me preguntaba y eso empecé a hacer, tampoco me acuerdo a que edad me puse a escribir.
Tal fue la pasión de la escritura que llegué a atreverme escribir cuentos cortos de ciencia ficción que por aquel entonces era lo que me encandilaba.
Escribir puede ser fácil o muy difícil, es fácil si expresas sentimientos y detallas, sin pretensiones, las cosas que te ocurren y es muy difícil si pretendes ir más allá. Con excepción de los "profesionales" (que se ganan la vida escribiendo) y de algunos genios, no he visto que las personas normales como yo escriban bien. Es cierto que existen escuelas y métodos para gente como yo que pretende escribir mejor de lo que se puede hacer de forma natural, estas personas normales también pueden llegar a escribir de una manera bella, interesante o entretenida pero los demás, entre los que me incluyo, pues no. Los demás escribimos para satisfacer un anhelo legítimo de tratar de imitar nuestras lecturas escritas por "profesionales", de probarnos de alguna manera, es natural que si me gusta leer pues intente escribir y ver que tal lo hago. Así pues, como yo hay millones por no decir que toda persona que le guste leer intenta escribir. Yo siguiendo esta norma me puse a escribir casi al mismo tiempo que empecé a leer y desde mi más tierna adolescencia llevo escribiendo en cuadernos pequeños cómodos de llevar, y en todo viaje, ocasión que lo mereciera o aburrimiento que me embargara, me ponía a escribir. Escribir se convirtió en un recuerdo tan importante como las fotos o los souvenir que me traía de los sitios que visitaba o de esos momentos tristes o alegres que me sucedían y plasmaba en las hojas en blanco de mis cuadernitos "miquelrius". Y no he parado desde entonces. Trato de decir que escribir para mi es algo corriente y frecuente que es un acto rutinario que hago casi inconscientemente en todo momento, no me cuesta hacerlo y ha llegado a ser hasta necesario el hacerlo.
He oído decir que el que escribe lo hace como un acto de catarsis para curarse traumas de cualquier tipo, una especie de terapia y así leyéndolo posteriormente uno puede superar esos traumas...¡yo qué sé!, pues puede que si o puede que no, ¡vete tu a saber!. He oído decir que el que escribe lo hace como un acto de narcisismo, para que le lean los demás...¿si?, bueno puede o puede que no. He oído decir que se hace como expresión de una incapacidad de enfrentarse a la realidad, como expresión de una personalidad introvertida. En realidad no sé porque los humanos escriben, ¿quizás para comunicarse? ¿o quizás por todo eso que he dicho más arriba?...no lo sé, el hecho está en que la gente escribe y lo hace cualquiera, unos bien otros mal, pero casi todo el mundo escribe para una cosa u otra. Es algo así como el hablar ¿no?

Bueno pues yo escribo y lo hago desde hace mucho tiempo y aquí es donde voy a empezar a decir a que viene todo esta parrafada.
Cuando me enteré de que se podía escribir en Internet de una forma fácil y sin complicaciones, me pareció genial, era algo muy curioso, todo el mundo podía abrir un diario en la red y que otros lo leyeran. Fue un pequeño shock el que de repente pudiera publicar escritos como si lo hicieras mediante un libro, los demás podían leer lo que yo escribía, era algo genial la verdad. Estuve un tiempo pensándomelo; ¿de qué escribiría?, ¿qué contaría?...y bueno si, tengo un problema que es mi adicción y me dije, "puedo ponerme en evidencia frente a los demás, que los otros se den cuenta a que extremo llega mi gilipollez mi cobardía en el hecho de no ser capaz de frenar mi aferramiento a una sustancia". Y me decidí a contar mis cuitas con la heroína como castigo hacía mi mismo, para enseñar mis vergüenzas a ver si se me caía la cara de vergüenza. Así empecé, así publiqué mi blog, como castigo a mi estupidez, como un monumento a mi cobardía.
Ya antes de abrir mi blog me había pasado por otros y había leído bastantes historias de todo tipo, ya me había percatado de lo que me podría encontrar en este mundo de los blogs, pero fue cuando empecé a escribir en el mío cuando de una manera abrumadora comencé a leer otros blogs. Según iba leyéndolos más atónito iba poniéndome, no podía dar crédito lo que leía en ciertos diarios, de lo que se contaba en ellos, de los temas que trataban...la ingente cantidad de temas, las historias más variadas, absurdas, increíbles, fantásticas, muermos... aparecían frente a mis ojos. Era tal la diversidad de cosas que se leían que me desbordaba, lo más inesperado e increíble podía estar a un click de ratón, era algo sorprendente. No tengo palabras para expresar correctamente lo que sentía, lo que aparecía ante mis ojos. Así me pase varios meses, leí muchos, muchísimos blogs, me di cuenta de que cualquier cosa que se imaginase podría estar representada en los blogs, solo hace falta, ahora ya existe, antes no, pasarse por un buscador de blogs, ver cómo están catalogados, ver esos apartados que comprenden todos los temas que puedas imaginar y más. Hey, y si, me di cuenta de que no era un bicho raro, lo que yo escribía no era infrecuente, había bastantes más como yo, me tranquilice, al fin y al cabo me sentí normal, un gilipollas pero normal.

¿Y que pasó?, paso algo que no tenía previsto, el escribir en la RED no tenía mayores consecuencias, era una aguja en un pajar, ¿quién coño iba a leer lo que yo escribía? además era un tema algo duro y escabroso como para que a alguien le interesase pasar de la tercera línea que aparecía ante sus ojos. ¡Tranquilo tio! "tu escribe que es como si lo hicieses en tus cuadernitos"...¡joder! ¡pues no!, el primer comentario me extrañó, me dije ¿¡coño, como es posible!?. Así hasta hoy, por supuesto que lo que escribo no es algo que llegue a mucha gente, pero ¡oh sorpresa! si, si hay personas que leen "Heroína".
Aquí es donde voy a decir lo segundo que quiero decir, lo primero fue que escribo como un acto natural, es mi rutina como el limpiarme los dientes después de comer. Y lo segundo es que ¡Joder, joder y joder! "qué gente más rara y extraña anda por este mundo".
Yo me tengo por un tío raro, introvertido, callado y llegado el caso antipático, hay gente que dice lo contrario, pero no les hago caso porque es gente que me aprecia y ya se sabe que lo dicen mediatizados y de forma parcial. Si, soy mas raro que un perro verde, pero de repente ¡¡Oh maravilla de las maravillas!! ante mi aparecían los personajes más incalificables con los que me haya topado nunca, personas que no solo carecian de educación, tal y como la entiende toda persona normal, sino que eran portadores de una ignorancia de la que pensaba que no podía existir o se hacían eco de teorías o historias que no tenían la más mínima coherencia, gente que no tenía la más mínima vergüenza en decir barbaridades o personas carentes de sentido común, personas sin escrúpulos para hablar de algo que desconocían que se notaba que no tenían ni idea, personajes que no acertaba a imaginarme donde podrían haber vivido o estudiado, gente zafia, indigentes intelectuales, metepatas sinvergüenzas que adoptaban la postura del escritor amateur, como yo, pero sin hacer caso a las simples reglas de comportamiento social y vergüenza ajena que todo el mundo tiene o por lo menos pensaba que tenían. Junto a ellos extrañamente convivían personas que justo, justo eran lo contrario en todo, estas en mucho menor número, pero como la flor del Loto, nacidas entre la suciedad y las aguas malolientes y estancadas de la zafiedad e ignominia. Ahí , todo revuelto encontrabas pepitas de oro entre los millones de guijarros despreciables que no hacían otra cosa que romperte las uñas tratando de apartarlos. Algo así como la salvaje selva preñada de formas de vida inimaginables, se puede decir lo mismo que dicen los científicos del Amazonas que en cada minuto se descubre una nueva forma de vida, desconocida hasta entonces. Lo mismo ocurre con esto de los blogs.

Me da un poco de miedo seguir inmerso en toda esta vorágine de la blogosfera (como la han bautizado) me siento algo desamparado frente a todos esos personajes que escriben en la RED, estoy expuesto, como es natural, a ser leído por cualquiera, a ser juzgado por personas que nada saben de mi salvo lo que ven escrito, que como también es evidente puede no ser verdad. No sé si me apetece seguir siendo escudriñado por cientos de ojos, analizado por cientos de mentes, todos ellos tan desconocidos para mi como yo para ellos. Una vez que se me ha quitado ese ansia de contar, de escribir pensando en que alguien pudiera leer mis cosas, una vez que lo he probado, como todo en esta vida, deja de interesarme, así soy, así creo que somos. Me entra la duda de si realmente me ha apetecido alguna vez que mis sentimientos convertidos en letras sean expuestos al público, ¿por qué lo hago? ¿para que sirve?, vuelvo al principio de este escrito, ¿para que escribo? ¿para que me lean? ¿Cómo parte de un tratamiento? ¿Cómo expresión de un trauma oculto?…

Y ya, si, aquí viene la tercera y última cosa a la que viene todo este panfleto que me he marcado. La primera fue que escribía desde mi más tierna infancia, la segunda es toda esa fauna que he conocido por vagar por la blogosfera y la tercera es que todo esto viene a que últimamente por ciertos comentarios y por cierto cansancio en la estupidez humana, esa que todos tenemos y que sacamos de vez en cuando me ha llevado a tener que escribir de algo que me propuse no escribir cuando comencé a contar mi experiencia con la Heroína, y es hacer un análisis de todo esto; blogs, blogosfera, individuos que escriben , individuos que leen, otros que comentan … etc. Tristemente y no sé por qué, me he saturado de tonteria y boberia, me he saturado de estupidez, ya se me hace cuesta arriba tener que atender a todo eso que se debe atender cuando escribes un blog, quieras o no, porque por mucho que se diga hay mecanismos en la mente humana que se disparan cuando se esta al alcance de las causas apropiadas y cuando escribes un blog tienes que atender a ciertas cosas y a mi me ha ocurrido pues que me he cansado, ya digo, de toda esta mierda (digan lo que digan, porque ahora habrá gente que se sienta indignada por esto).
Hey, claro que seguiré escribiendo, nunca dejaré de hacerlo, acabo de comprarme nuevos cuadernitos Miquelrius, están preparados y todos blanquitos para que yo ponga mis letras como lo vengo haciendo desde tiempos inmemorables. Y aqui pues también escribiré, pero me libero de todo lo que me exige el hecho de tener un blog, ala todo a la mierda de donde viene, que si hombre.
No, claro que no puedo dejar de mencionar a ciertos personajes que me han desarmado totalmente, personas a las que no conozco de nada y sin embargo al leer dos líneas de lo que escriben ciertas alarmas mentales, que no sé de donde salen se han encendido y han hecho que me de cuenta de la altura… no sé como llamarla, espiritual, mental, amorosa…no sé, pero personajes de una belleza implícita que va con ellos, que solo por el hecho de contar cosas se evidencia una simpatía y un “algo” que no se ve con frecuencia, personas muy valiosas que pululan entre este basurero, personas que hacen que se ilumine toda esta oscuridad y que me han dejado perplejo.Personas como Isthar, Txiki, Ricardo, Remo, Shora, Ababol, MaRia, Roma, Migue, Pau, StanBy, Mazztrich, MM, esos que han puesto un solo comentario en lo que escribo pero que solo con un comentario ha sido suficiente para ver su catadura y alguno más que se me olvida y que no por eso dejaré de recordarlos. Estos irradian bienestar y felicidad y gracias por ello, he tenido suerte.

Aquí me paro que ya esta bien de tanto escribir, ¡vaya coñazo! ¡joder!... ¡uuf!además no sabes el tiempo que se pierde escribiéndo y leyéndo, ¡qué no hombre, qué no!

jueves, 11 de mayo de 2006

Un minuto de descanso

La vida de cualquier persona nunca es lineal, no se presenta con un determinado estado de ánimo, las emociones, sensaciones, intuiciones....están cambiado, unas veces con rapidez otras más lentamente. Por las mañanas cuando me levanto tengo un cierto estado de ánimo y según va pasando el día, también influenciado por las circunstancias externas, va cambiando ese estado de ánimo con el que me levanté. Si es así en un solo día también lo es de un día para otro, no me veo siempre con el mismo estado de ánimo, las emociones y los sentimientos, a pesar de que nacen dentro de mi, están influenciados por multitud de causas, así es por lo que unas veces estoy así y otras asao. Por la mañana estoy A, por la tarde estoy B, hoy durante todo el día estuve C, ayer me vi D, puede que mañana me encuentre E. De un mes para otro puedo pasar por todas las letras de abecedario. Pero es normal, esto parece ser que es lo corriente. En mis conversaciones con otros, amigos, conocidos, compañeros de trabajo, etcétera descubro que esto que me pasa a mi también les pasa a ellos, por lo tanto concluyo que el cambio de estado y de ánimo es cosa frecuente y normal en los seres humanos. Así, viendo esto me tranquilizo y me digo que tampoco es que sea el tipo más raro de la madre tierra, me tranquilizo.
Bueno pues ahora he de decir que me encuentro en el estado de ánimo particular denominado F, que es en el que no se tienen ganas de nada, llevo así unos 3 días, no me apetece hacer nada, estoy apático y vago, tengo que decirlo, lo digo. La consecuencia de todo esto es que no me apetece ni siquiera escribir, así que no escribo. Me queda esperar a que se me pase, mientras tanto esperaré ¿qué más puedo hacer?. Nada más.

viernes, 5 de mayo de 2006

Las cuatro de la madrugada

Son las cuatro de la madrugada, estoy delante de la pantalla en blanco de mi ordenador y me ha entrado una urgencia de llenarla de letras.... ¿qué puede ser tan importante para que de repente me entre urgencia de escribir?…. no, no es nada importante en realidad. Lo único importante de verdad, lo que parece que cuenta son solamente mis cosas eso es lo verdaderamente importante para todo el mundo, las cosas propias. Las personas piensan que hay cosas que merecen la pena y que son realmente importantes, esas cosas importantes son siempre sus cosas. Lo que importa son mis cosas. Oigo que unos llaman egoístas a otros y que les reprochan su comportamiento, veo a gente que mira mal a su prójimo y recrimina sus actos , me llegan voces que dicen lo malas que son las personas y gritos que hablan de lo que no se debe hacer y de lo que esta mal. Veo personas con buena voluntad que intentan cambiar a los que están a su lado, que se desesperan al ver lo mal que hacen las cosas, hay otros que les sorprendo con cara de compasión, pensando... “pobre hombre, que desgracia tiene”. Pero no observo que hagan algo para ayudar a ese pobre hombre, puede que ni siquiera les oiga decir una frase de aliento a ese pobre hombre. No tengo que ir muy lejos para ver a gente sobresaltada y tensa, con los nervios de punta….¿por el curso de su vida?, ¡no que va!, están así porque no comprenden a los demás, no se comprenden ni ellos mismos y solo les queda distraerse fijándose en otros y compadeciéndose de las miserias de otros, de los que tienen al lado.
No, no me quejo, no trato de poner en evidencia a esas personas, en el fondo somos todos iguales y todos somos quienes hacemos eso. Es duro comprobar que casi todo el mundo que me rodea que conozco, hasta yo mismo, se fijan y me fijo y piensan y pienso más en las miserias ajenas que en las suyas propias que en las mias, quizás sea más fácil ver lo que esta mal en él que tienes al lado que en uno mismo. Fijarme en mi y ver esas cosas que odio es más doloroso que mirar hacia fuera y ver la lucha de los demás, es más llevadero, se comprende mejor el agobio del que esta enfrente que el propio.
Me he ido del tema que quería escribir, no era esto exactamente lo que quería escribir, se parece pero no era esto, se me fue el santo al cielo ... estaba diciendo que de repente he sentido la necesidad de escribir para decir lo siguiente; Soy un jonky porque fumo heroína, la fumo en menor cantidad que hace 4 meses, y si se puede hablar de más o menos cantidad porque tiene su importancia, ahora es menos y tengo que decirlo porque me costó mucho el llegar a este punto, ahora son solo unas caladas de ese humo que sale de la plata, 5, 6, máximo 7 caladas, 7 veces que entra el humo en mis pulmones al cabo del día, para mi es muy importante esto para otro no lo es porque se hace difícil entenderlo, claro si, ahora es mucho menos que antes pero es muchísimo más que cualquier otra persona que no la fuma. Y lo digo con claridad que soy un jonky porque desde hace unos días siento que mi actitud, mi pecado está haciendo daño a personas cercanas a mi, personas que me quieren y personas que no me conocen pero que por ser como son me tienen en su mente y también, cosa extraña, en su corazón, personas realmente extraordinarias que dan su amor generosamente sin hacerse demasiadas preguntas acerca de si esta bien o no lo que hago, de si esta bien o no lo que hacen las personas a las que quieren. Y eso me produce desasosiego y sentimiento de culpa, por eso debo decir algo y por eso es la urgencia en decir algo ... Parece que fuese fácil dejar de hacer algo mal es como si lo inconveniente fuera algo sencillo de evitar, viéndolo desde fuera puede que lo sea, parece que solo es no hacerlo y ya esta, no parece que sea realmente complicado, no se hace y ¡ya!, mis amigos se enfadan conmigo y a veces incluso me dicen palabras tan duras que me hacen llorar, si ya se que me quieren, ya sé que no es esa su intención, claro que lo sé, aunque bien sé eso de quien te quiere te hará sufrir.
Es tremendamente duro para mi dejar este hábito, se que debo pagar un precio por dejarlo, un dolor físico casi inaguantable y lo retraso, lo dejo para después y sigo. Se sin ninguna duda que lo dejaré pero es casi más desgarrador que no se comprenda , ya sé que es natural que ocurra esto, dolor e incomprensión es una mezcla diabólica. Hay gente que puede que realmente sienta tristeza al leer estas letras y pensar en mi… y yo pienso, ¿qué pensaran? ¿Cómo me verán?, a veces me gustaría mostrarme a todos ellos tal cual soy y ver su reacción, ver sus ojos y sus caras, traducir sus gestos, eso si que daría para escribir toda una novela.
Se que hay gente que realmente pueden sufrir cuando ven ciertas miserias en los demás pero también sé y estoy seguro que aun no me he encontrado con nadie que supiese resolver esas miserias que ven. Todos dan su opinión todos dan su solucion que se les antoja la mejor, la definitiva para acabar con todas esas imcomprensibles miserias que ven y que se clavan en sus ojos. Pero no, no se acaba con ellas tan facilmente, no es así desgraciadamente, son ejercicios baldíos, todos sus consejos y sus enfados, todos sus gritos queriendo de corazón que acabe ese sufrimiento y que termine ese dolor que ven en el otro, parece que no sirven, parece que solo hace que la pena, el lloro y el dolor aumente más por el sentimiento de culpa que se crea en el que se quiere salvar, la impotencia se hace mas presente aún.
Pues entonces ... ¿qué?, ¿mejor es no hacer ni decir nada?…no lo sé, no sé contestar a esa pregunta.
Puede que no sepamos, o mejor que no podamos ayudar realmente al prójimo, puede que lo único que podamos hacer es permanecer a su lado callados, pues es la compañía lo que llena, es el saber que hay alguien a tu lado lo que aplaca el dolor, es una presencia lo que todo lo llena. El hecho de estar a disposición del dolor de mi prójimo puede que lo haga disminuir, simplemente por un concepto de cantidad, dos es más que uno…y ¿la calidad? ¿donde queda?, la calidad esta dentro del corazón de cada uno y esa no se ve y no se puede mostrar, yo sé que esta ahí con eso ya es suficiente. Creemos que podemos hacer algo por los demás y yo creo que no, solo podemos acompañarles en su desgracia después cada uno tendrá que pagar por lo que hace.
Estoy solo, nací solo y moriré solo ... ¿y que pasa con los demás?, los demás me acompañan solo me acompañan y eso que parece tan fácil es difícil de ver.
Todo son consejos, pero ¿Quién quiere consejos? Todo son buenas palabras pero ¿quien quiere buenas palabras? …lo que se quiere es compañía ver una figura humana a tu lado ver que la soledad puede mitigarse con otra cara cerca de ti, apretar una mano vale más que mil compasiones que mil buenas palabras que mil excelentes consejos. Una mirada que sea clara y sin obstáculos es pura medicina más que mil buenos medicamentos para la depresión.

Mi culpa es enorme abarcando toda la extensión de mi cerebro, la motivación para terminar con un hábito que me mata la encuentro al ver a los demás que me acompañan y que sufren conmigo a pesar de que ellos no hacen ese insensato hábito que yo hago. No se puede vivir sin los otros pero si se puede vivir en silencio solo acompañado por la presencia de tu amigo, eso es lo que vale, mirar a los ojos de la persona querida y no decir nada, no hace falta.
El amor es algo casi físico que uno se percata de que ronda alrededor, ¿hay que decirlo?, creo que no, ¿hay que decir, oye mira ese árbol? pues no, ya lo estoy viendo, gracias.
Hay que acariciar la mejilla de ese que nos hace sufrir con sus actos, solo eso, ya es suficiente....psssh! "No digas nada, por favor", "solo ven aquí, a mi lado", "así, ya está, no hace falta más".
Esto, solo esto es lo que quería decir y lo que la urgencia me hizo escribir, espero que no cause molestias en esas amorosas personas que me hacen tanta falta para vivir.

miércoles, 3 de mayo de 2006

Un mono

Son unas 12 horas, el último chino que fumo se distancia de los primeros efectos unas 12 horas. Empiezo a sentir vahídos, estoy normal ligeramente cansado y de repente una sensación de mareo sin movimiento junto con un escalofrio que recorre mi cuerpo aparece, segundos y se va, vuelve la pseudonormalidad, pasan unos minutos y vuelvo a sentirlo, a veces dos o tres seguidos. Esta situación dura más o menos tiempo y se va agravando poco a poco pero así puedo mantenerme hasta la hora de irme a la cama, el moqueo continuo y la tos seca ya han aparecido. Han pasado casi 24 horas, no llega. Por la noche, quizás, duerma algo, en la cama la sensación de incomodidad es manifiesta, no es debido a nada en concreto, es simplemente incomodidad, vahídos y molestias varias junto con un cierto desasosiego. Uno de los efectos más molestos durante la noche, entre un duerme-no duerme, es la sequedad de la garganta, se forma una especie de incómoda mucosidad en la pared de la garganta, que no me deja respirar y tengo que estar carraspeando continuamente. Si me quedo dormido me despierta la asfixia que me produce esa mucosidad, son segundos en los que no puedo respirar, despertándome de repente, como cuando te meten la cabeza en el agua y tienes que sacarla con un brusco movimiento porque ya no puedes aguantar más la respiración, y tengo que carraspear con fuerza para que se despegue de mi garganta, es tremendamente incómodo y asfixiante. A lo largo de la noche puedo estar varias veces en esta situación, unas veces puedo descansar algo otras no. Lo peor viene por la mañana, ya han pasado más de 24 horas o quizás falte poco para 48 horas, es entonces cuando se desencadena la gran tormenta, todo lo que ha pasado hasta este momento han sido los prolegómenos, ahora es cuando empiezo a vomitar compulsivamente, al principio restos de comida del día anterior, todo lo vomito, todo. Los vómitos son casi continuos, están separados en periodos de unos 20-40 minutos, una vez que tengo el estómago vacio empiezan las bilis, vómitos fuertes sin contenido en los que se expulsa un líquido amarillo, la bilis. Las náuseas estrujan mi estómago con dolor intenso y terminan en vómitos biliosos, a veces son solo náuseas estrujantes. Pasadas varias horas, un día o más, de vómitos continuos que junto con las deposiciones que también son "en escopetazo", repentinas, masivas, incontinentes minan mis fuerzas hasta agotarlas. Lo dicho, pasadas varias horas de 24 a 35 de vómitos y deposiciones salvajes empiezo a estar deshidratado y trato de beber algo, mazanilla, agua, aquarius, algo, no porque piense que me estoy deshidratando y tengo que beber, no, lo hago porque me entra una sed terrible, una sensación de querer beber a toda costa, lo que sea, fresco, tiene que ser líquido fresco. Pero ¿qué pasa?, pues que cualquier cosa líquida que penetre en mi cuerpo es expulsada con cajas destempladas, sin contemplaciones al exterior, todo lo vomito, a estas alturas vomito a chorros todo o cualquier líquido que previamente haya tomado. Todo este cortejo de síntomas se acompaña de un profundo malestar físico, un cansancio ontológico, de una dejadez de "ser" total, un no saber como estar o ponerse o colocarse, por lo general estoy en la cama, pero cualquier sitio en el que este es insoportable. Es una quemazón e inquietud general que me atonta intelectualmente, lo físico se apodera de toda la razón de toda mi intelectualidad.
Así puedo pasar de 48 a 72 horas, de dos días a tres días y un poco. Los sudores son abundantes y el mal humor es marca de la casa. Una vez que mi cuerpo está absolutamente derrotado, aniquilado por el esfuerzo de vomitar, de cagar, de estar asfixiado por mucosidades...todas mis fuerzas han desaparecido, me encuentro absolutamente deshidratado, no puedo levantarme de la cama, el peso de mi cuerpo los movimientos de mis miembros son empresas imposibles para mí. Postrado en la cama, me entra necesidad de levantarme y lo hago, mareado como un mono paseo sin fuerzas, cambio de sitio y postura por necesidad, no por ganas.
Ya han pasado más de tres días, todo lo contado va desapareciendo y toma su lugar una laxitud muscular que me asemeja a un muñeco de trapo. Es tal el cansancio que ahora que puedo hablar, hasta ahora no podía articular palabra por los vómitos, la asfixia.... bien pues ahora que puedo hacerlo, no soy capaz de hablar, me cuesta mover la mandíbula, no puedo hacer nada, cualquier movimiento es para mi un arduo esfuerzo que me agota a la primera. Poco a Poco va terminando la tormenta, las aguas vuelven a su cauce y las nubes se van retirando, pero no todo el mal tiempo acaba, el tiempo infernal persiste, los tres días siguientes serán de indiferencia y falta de interés por todo, todo lo que significa vida no tiene sentido para mí, no hay nada que llame mi atención, es un estado semicatatónico al que se suma una debilidad mayúscula, permanezco todo el día sentado, mi cerebro no traduce nada, mi mente está centrada en mi dolor, me duele hasta el alma, me siento incómodo a más no poder, agotado físicamente, exhausto.
Han pasado unos 4 o 5 días y es ahora cuando comienza la segunda parte de "Un mono" que dura aproximadamente unas dos semanas más, esta segunda fase la dejaré para otra ocasión, el haber contado la primera me ha dejado agotado. Pasar Un Mono es pasar un infierno, sé que es necesario y sé que es mi precio, el saberlo hace que me retrase en pagarlo, aún así y todo no solo consiste en pasar este infierno, después viene otro, aún más doloroso, pero de un dolor más sutil no tan físico. Lo que sigue a esto es la realidad desnuda, la vida "a pelo" y eso es tan doloroso.

Un chino

Es domingo por la tarde hago una llamada, quedo con el individuo, solo tengo que caminar unos 3 minutos, 5 como mucho y ya estoy. Pago me la dan, lo guardo y me voy a casa, otros 5 minutos de vuelta, máximo.
Abro la bolsita, pequeña, mínima, excesivamente mínima, pero la abro, con tijeras o navaja afilada pequeña. Previamente ya preparé el papel de plata, bien cortado, es una tira no muy ancha y lo suficientemente larga para que deslice bien, también el turulo esta hecho, canutillo de papel de plata por donde se absorbe el humo. Coloco con cuidado el polvillo marrón claro en el papel de plata,la heroina, un montoncito de muerte. Levanto el rectángulo de papel de plata a la altura de mi boca, en ella esta ya colocado el turulo, con la mano derecha cojo el mechero, enciendo, lo acerco al papel de plata, se caliente y cristaliza ese polvillo en una pasta marrón oscuro casi negra que emite humo, lo aspiro como si me faltara el aire, entra en mis pulmones ese humo contaminado, la pasta marrón casi negra desliza por el papel de plata dejando un rastro negro zaino en zig-zag, paro, apago el mechero, guardo el humo en mi pecho durante segundos, pongo cara de gilipollas, y expulso ese humo que vuelve de mis quemados pulmones, lo soplo con fuerza y....un ligero mareillo me embarga. Repito la operación unas 10 veces, a la onceaba el resto de la sustancia se convierte en ceniza dura negra, paro, descanso, arrugo el rectángulo de papel de plata y lo tiro a la papelera, deshago el turulo, en el quedan restos de heroína cristalizada pegados, a los que aplico el mechero, se calientan y sueltan humo, ese humo lo aspiro poniendo la boca en forma de O y la cara en forma de gilipollas integral, arrugo el papel de plata del canutillo y también lo tiro a la papelera.Por ese entonces ya se ha instalado en mi una especie de bienestar farmacológico y un mareillo de barco con mala mar. Acabado, terminado, fin. Me acabo de fumar "un chino". ocasionalmente dos veces al día repito la operación. Esto es contra lo que lucho, contra "los chinos".

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