El cerco
Hace días, casi, casi meses, aunque no muchos, tengo una sensación de inquietud. No es algo definido ni concreto. Solo es sensación incómoda, no habitual.
Creo que la droga me esta matando. Si, claro, la droga mata poco a poco, lo oigo, lo veo en todos los lugares, en la Tv, en la radio, en los carteles de anuncios, cualquier sitio que hable de drogas se termina o se empieza dejando claro que la droga mata poco a poco.
Pero me llega que es algo más que eso. La droga mata. Si, por supuesto, ha dejado de ser una frase sin sentido como la que vemos en los carteles anunciadores.
“oye...fulanito, ¿sabes?, la droga mata”
¿Si?, no me digas!!
“Menganito, ojo!!. La droga hace que pierdas hasta lo que más quieres”
"anda vete por ahi!!"
Esto se oye o se ve y no deja de ser letras escritas, voces en el viento, palabras, frases huecas. No me llega la importancia de lo que realmente quiere decir eso de “la droga mata”. No me llega salvo cuando me meto de lleno en su mundo, salvo cuando me encadeno a su dictadura. En definitiva, salvo cuando llego a ser un veterano.
Para todo hay un camino que recorrer. Cuando me meto en la droga, al principio, “la droga mata”, no le veo el sentido, pero cuando ya has recorrido un buen trecho de ese camino hacia la nada, hacia el precipicio, la frase de las narices empieza a tener significado. Esa frase se hace grande, abarca toda la visión de tu mente. Ocupa todo el espacio de tu disco duro, no queda ni un resquicio libre. De repente, “la droga mata” se hace comprensible. De creer que estas leyendo en chino a darte cuenta de que esta escrita en perfecto español.
“La droga mata” se me ha metido a través de los poros de piel. Siento su concepto, veo que se abre ante mi un escenario real, tan real que me produce una inquietud y una sensación que no sé definir bien. Voy comprendiendo que si, que es verdad, mi cuerpo poco a poco va sintiendo el peso de la intoxicación, mi voluntad va impregnándose de un solo color, de un solo deseo irrenunciable. Tomar droga, a cualquier precio, en cualquier momento. Todo lo demás no existe, no se ve. El resto del mundo queda muy lejos.
Solo la droga. Se acerca una inquietud, me rodea como esa sombra que hacen las nubes en días soleados y ventosos. Se pone encima de mi y me aprisiona con esa sensación
Hace días que tengo una cierta sensación de inquietud, todo se me cae de las manos, estoy inquieto y a veces me irrito. Antes no existía la irritación en mi, hace días, puede que unos meses, si.
La muerte me ronda y no se parar. Alguien que miraba en otra dirección, de repente, se ha vuelto y me ha visto. Estoy algo preocupado. Tendré que empezar a jugar al despiste. Tendré que escapar sin más si no quiero ser atrapado.
Todo ser humano tiene recursos para escapar, no voy a ser yo menos.
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