Un jonky no esta acostumbrado a tener gente a su lado, no está acostumbrado a que otras personas se interesen por sus preocupaciones o aficiones. Un jonky es un ser solitario que su único interés está en conseguir algo de heroína para calmar el dolor penetrante y el desasosiego que produce su falta. Es un ser solitario y acostumbrado a tener un horizonte delante de él despejado, puede alargar la vista sin tener que tropezar con ninguna figura interpuesta entre sus ojos y el horizonte.
Un jonky casi no es persona, porque rechaza todo tipo de actividad normal que otros seres se ocupan en realizar de manera obsesiva. La conciencia de un jonky esta a media luz, es una vela terminando su cera, es una llama temblorosa al final de su camino, la conciencia de un jonky se apaga con cada respiración. Por eso está acostumbrado a no tener compañía. Y claro qué la necesita!!, es vital para él sentirse acompañado. Claro qué la pide!!, con sus ojos, cuando mira, suplica comprensión, pide esa mano que el otro oculta no queriendo tendérsela. Un jonky tiene corazón, puede que de un color más granate, pero tiene y está dispuesto a mostrarlo y compartirlo, solo hace falta que haya un lugar donde ponerlo a descansar. ¿hay alguien que deje ese lugar?...no, no hay muchas personas que estén dispuestas a alojar el corazón granate y cansado de un jonky.
Y sin embargo, este medio, el de los blogs, la RED, internet...hace crecer, como esporas, solidaridad que no se halla en el mundo no virtual. Aquí, no sé por qué, de repente, sin venir a cuento, aparecen almas que miran por una rendija a ese jonky que pide, necesita, suplica algo de ternura. No, no es peloteo barato, no es engaño sibilino, no es apariencia, no es interés....es virtud oculta tras las teclas de una computadora, es soledad ante la pantalla y eso une mucho y hace comprender, porque se tiene tiempo para pensar, el alma del que ha escrito unas frases sin necesidad de haberlo hecho, precisamente, esa falta de necesidad es la que proporciona la bondad de espíritu del que da una esperanza en forma de opinión que hace calentar el alma del jonky. Un jonky no pide amistad, porque sabe que está cara para él, no pide palmadas en la espalda porque sabe que esas manos están siendo utilizadas en otras cosas. Pero claro que las necesita, como cualquier otro.
Un jonky ha quemado todas sus naves, ha renunciado a tomar el camino de vuelta, solo le queda seguir avanzando a no se sabe donde. Horizonte despejado, páramo a recorrer y siempre sin compañía. Solo la RED acompaña, solo esos que están detrás de las letras dejadas y escritas aquí o allá, en un momento, solo esas letras son néctar para el jonky, su espíritu se para a beber de la charca de letras dejadas a lo largo de ese camino solitario. Es un hallazgo el mundo de la tierra de los blogs, aparecen carteles de "descanso a 10 metros" o "espacio de reposo a 50 metros" a donde me puedo desviar y limpiarme el polvo que va dejando en mis pies el absurdo camino elegido por mi. A un jonky no se le pregunta "¿me acompañas?", sin embargo aquí si, aquí oigo decir "mira, para un momento y mira aquí conmigo"....es algo grande oír esas palabras, verlas escritas en una blanca pantalla. Y ¿quién anda detrás de ellas?...no sé, pero es grande, es algo que llena tu corazón de deseo por desviarte del camino, tomar otro. Esperanza en tus semejantes, sorpresa por el hallazgo de almas sinceramente preocupadas por tus intereses, ¿cómo es posible? aún no lo entiendo, solo sé que es así.
Yo soy un jonky y esos nombres que aparecen en los comentarios también lo son. No, ellos no tomaran heroína, no, pero son jonkys de la vida, todos vosotros tenéis algo de lo que estáis enganchados, algo que no os deja descansar, algo por lo que suplicáis entendimiento, comprensión de otros. Todos tienen algo que no les gustaría tener, no lo dicen, pero si alguien se acerca y les dice "vamos, dime, qué es eso, cuéntamelo", están dispuestos a abrirse, a desbordar su alma para que se oiga eso que se lleva como una carga.
Todos somos jonkis de una cosa u otra y es muy bello poder compartir esa maldita desesperación con otros, oír palabras que acercan, palabras que curan. Como si fueran unas gafas de sol que todo lo tiñen del color del cristal, así se convierte mi mundo cuando es posible decir que soy un jonky y saber que soy escuchado. No me queda más que contar eso que me aplasta y contarlo aquí, porque sé que siempre habrá ese corazón que te diga...."¿siii, cómo es posible?", "venga dímelo otra vez, voy a ver si se me ocurre algo". Me hace feliz, sentirme acompañado en mi soledad, me paro, me siento frente al computador, cuento, explico y espero, de repente alguien aparece y me dice esto y lo otro, lo qué sea, pero lo dice, y yo, en una especie de encantamiento, respondo y me alegro de saber que es este espacio infinito, supuestamente vacío, hay alguien.
¡¡Qué bien!!, gracias. Aquí estaré, aquí os veré, gracias.