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En tren al borde del precipicio, era un precioso dia, al fondo, las cumbres altiiiisimas, todas nevadas, los picos eran realmente picos, escarpados,y todo al borde del precipicio, iba en tren y al asomarme por la ventana veia toda esa profundidad, casi , y sin casi, sin ver el fondo.
Todo era tan, tan bonito. En tren al borde del precipicio, un dia soleado, diáfano, claro, cristalino, en el ambiente flotaban esos cristalitos de nieve, que hacian que las mejillas se volviesen anaranjadas de frescor, era todo tan bonito.
Solo una cosa desentonaba, la sensación de peligro, la sensación en la boca del estómago, el tren circulaba al borde del precipicio y sin embargo....., todo era tan arrebatador.
Miraba hacia arriba pero no veia el sol ni las nubes, sin embargo era tal la claridad que parecia un cinemascope. El traqueteo del tren agobiaba el centro de la sensación participándole del peligro. Parecía que se iba a descuajeringar todo el tren.
Altas montañas, nevadas, azul profundo en el cielo, gélido viento respirado, visión de postal de pais escandinavo o mejor de pais alpino, todo ello cubierto de desasosiego barranquil.
Muchas veces en la vida todo sería más facil si no existiese la conciencia de que algo no va bien, oculto entre las viejas neuronas, alli existe esa sensación.
Yo sé lo que es, pero no soy capaz de desenmascararlo, soy un cobarde, ya sé. Ya estoy pagando por ello.
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