Mi mente

Es angustioso tener que estar permanentemente pendiente de tener una dosis para combatir el malestar y el “mono”. No me deja espacio. No tengo libertad de movimientos. Me angustia extremadamente.

Existen otras subordinaciones o cadenas que veo a la gente ponerse, unos con un amor, otros con el trabajo, con los hijos, con el blog, con la amante..........
Pienso que el ser humano es de naturaleza bondadosa, que nace con buen corazón. Existen muchos ejemplos corroboran esto. Si, a veces veo a personajes sacados de una historieta de terror, familiares del Dr. Mengele. Pero es gente que esta obnubilada, cegada por su mente.

Y a eso voy , me sorprende, siempre me ha sorprendido, que mi mente esté tan engañada como para alucinar. Mi mente fabrica todo tipo de historias, más aún, mi mente justifica todo tipo de historias. Soy impotente en cuanto a dominar o controlar mejor mi mente. Mi paranoia es constante, surgen pensamientos teñidos de odio, deseo o ignorancia.

A veces paro a tratar de dejar pasar esos pensamientos, pero no puedo. Puedo con dos, tres, al cuarto me involucro en él y puedo pasarme horas desarrollando ese pensamiento surgido por vete tu a saber que cuestiones u origen.
Me encuentro cansado con esta cuestión, me supera. Hay algo que me impide ser ecuánime con los objetos y las personas.

Creo que mi mente está tan acostumbrada a esas tres aflicciones, ignorancia, deseo y odio, que es tremendamente difícil cambiar ese guión que represento desde hace un tiempo “infinito”, por eso es tan difícil.

Fumo y fumo y no paro de fumar heroína, como un poseído por el deseo. Un monstruo aterrador; el deseo, que poco a poco se convierte en aferramiento. No halló consuelo en pensar que esto es universal, no hay humano que se libre de esta cuestión. Mi mente es “La Mente”, mi mente está representada en la mente de mi semejante. Yo soy el otro. El otro soy yo. ¿Por qué hemos de pensar antes en “mi” que en el “otro”? al fin y al cabo son más en número. Millones (cerca de tres mil millones) frente a “uno”.