Un minuto de descanso
La vida de cualquier persona nunca es lineal, no se presenta con un determinado estado de ánimo, las emociones, sensaciones, intuiciones....están cambiado, unas veces con rapidez otras más lentamente. Por las mañanas cuando me levanto tengo un cierto estado de ánimo y según va pasando el día, también influenciado por las circunstancias externas, va cambiando ese estado de ánimo con el que me levanté. Si es así en un solo día también lo es de un día para otro, no me veo siempre con el mismo estado de ánimo, las emociones y los sentimientos, a pesar de que nacen dentro de mi, están influenciados por multitud de causas, así es por lo que unas veces estoy así y otras asao. Por la mañana estoy A, por la tarde estoy B, hoy durante todo el día estuve C, ayer me vi D, puede que mañana me encuentre E. De un mes para otro puedo pasar por todas las letras de abecedario. Pero es normal, esto parece ser que es lo corriente. En mis conversaciones con otros, amigos, conocidos, compañeros de trabajo, etcétera descubro que esto que me pasa a mi también les pasa a ellos, por lo tanto concluyo que el cambio de estado y de ánimo es cosa frecuente y normal en los seres humanos. Así, viendo esto me tranquilizo y me digo que tampoco es que sea el tipo más raro de la madre tierra, me tranquilizo.
Bueno pues ahora he de decir que me encuentro en el estado de ánimo particular denominado F, que es en el que no se tienen ganas de nada, llevo así unos 3 días, no me apetece hacer nada, estoy apático y vago, tengo que decirlo, lo digo. La consecuencia de todo esto es que no me apetece ni siquiera escribir, así que no escribo. Me queda esperar a que se me pase, mientras tanto esperaré ¿qué más puedo hacer?. Nada más.
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