OM TARE TUTARE TURE SOHA

jueves, 29 de junio de 2006

Tengo claro

Yo por ejemplo, soy alguien que destroza su vida por elección. Puede haber otras importantes consideraciones en mi vida que determinen mis actos o mi elección, pero analizándolo razonadamente me doy cuenta de que al fin y al cabo yo elijo el camino que he tomado.

Si, ya digo, después puedo justificarme con que mi vida es muy dura, he tenido una infancia conflictiva (que no es el caso), que tuve un trauma en la infancia y me quedé tontito (que tampoco), que soy hipersensible y todo me afecta (menos aún), bueno etcétera. Y claro todos estos avatares de mi vida han hecho que mi personalidad sea adictiva en exceso y que para refugiarme de las inclemencias me ponga “morao” de heroína.
Yo elijo, soy responsable de mi poca fuerza de voluntad, también, evidentemente, de mi fortaleza en la lucha contra mi adicción, mi lucha sin cuartel nace de las profundidades de mi corazón. Todo nace y muere en mi.

Pero y esto es lo importante, hay veces en las que nosotros no participamos, por lo menos directamente, de lo que nos pueda ocurrir. Son pocas las ocasiones y muy especiales, una de ellas es cuando estamos en el seno materno. Es en esa ocasión, que todos pasamos por ella, en la que acabamos de aterrizar en este mundo de deseo, en el “Reino de la Forma”, cuando empezamos a "ser" dentro de un útero. En este periodo de mi vida es muy difícil, la verdad es que no lo sé, influir en lo que me pasa. Estoy a merced de lo que pueda ocurrir sin mi participación. Estoy indefenso, soy vulnerable. Pero lo gracioso del asunto es que “soy” porque yo fui un conjunto de dos células y después de cuatro y más tarde de ocho...y así hasta llegar a hoy, el día en el que estoy golpeando las teclas de mi computadora para escribir algo como esto.
No hay duda, yo he sido dos células en el útero de mi madre y con el tiempo he llegado a elegir ser un puto jonky, pero en aquella lejana época pudo pasar de todo, pudo pasar el que mi madre decidiera abortar.

Soy de los que piensan que todo lo que me pasa es causa de mis actos anteriores, pienso que somos nosotros mismos y nadie más quienes conformamos nuestra vida y nuestro destino, vida tras vida, momento tras momento. Esto de ahora es el fruto de lo de antes. Si por un casual no llego a nacer será por un conjunto de causas, entre ellas mi propia actuación anterior, pero también la actuación de otros, que yo no controlo.
Cuando estoy en el seno materno puede que por un acto de mi madre no llegue a nacer, es un momento delicado ¿no?. Más, ¿tiene ella derecho a abortar una vida que está en su comienzo? ¿lo tiene el médico que practica el aborto? ¿de quien es esa vida que comienza, mía , de mi madre, de ambos?

Estas y otras preguntas, no las sé contestar y las respuestas que he oído no me convencen, por eso me he decidido a practicar la “Objeción de Conciencia”
Tengo claro que una célula de milímetros de grosor es un ser humano, no porque no tenga manos y píes deja de serlo, tengo claro que la vida de los demás no me corresponde igual que la mía no le corresponde a mi vecino, tengo claro el horror de saber que el año pasado se cometieron 16.000 abortos de niñas adolescentes en España, tengo claro la ignorancia que existe con respecto a esto y que veo y oigo cada día de mi existencia, tengo claro que siempre llevaré conmigo la culpa de haber permitido que mi pareja, hace años, abortara.

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