OM TARE TUTARE TURE SOHA

jueves, 31 de mayo de 2007

No, no es fácil

Otras veces he hablado de lo duro y doloroso que es pasar una abstinencia de la heroína, los fragmentos de la heroína que se parten en el cuerpo se depositan en muchos lugares causando diversos efectos, de entre todos ellos dos son los efectos más perjudiciales o molestos; 1) el deposito en el tejido graso, se acumulan y permanecen más de dos años antes de que se vayan disolviendo y 2) la ocupación de los receptores para las endorfinas en las células, que produce la tolerancia y el agotamiento de su producción. Las implicaciones que causan, entre muchísimos otros efectos, son no solo peligrosas para la salud sino que determinan el futuro y el éxito de la persona que se decide a dejar de tomar heroína.

La necesidad de producir endorfinas y el efecto del depósito en el tejido graso altera la decisión de abandonar la heroína. Es necesario que produzca endorfinas, pero no puedo, primero porque necesito grandes cantidades y después porque la fabricación de esas sustancias está agotada. Debería obtenerlas del exterior, necesito ocupar los receptores de los opiáceos en la célula, pero me produce una gran disyuntiva mental, es una lucha que se desarrolla dentro de la mente, en la razón. Todos los productos de desecho de la heroína están circulando por mi cuerpo como el efecto de un vendaval sobre pequeños trozos de papel y restos de basura, y además todas esas fracciones de la molécula de heroína depositadas en los tejidos me producen dolores, molestias, pelo erizado, lagrimeo, piel de gallina, escozor, picor, secreción de moco, sudores incontrolables, temblor, inquietud, amargura y más y más y más.

No puedo permanecer tranquilo, una desazón recorre todo mi cuerpo, me vuelvo patoso y todo se me cae de las manos, mi garganta está llena de secreciones que me hacen carraspear y respirar mal, mi mente no puede concentrarse en otra cosa que no sea el dolor, la incomodidad y el pensamiento de que todo desaparecería si me fumase un “chino”. Es una lucha sin cuartel, no hay descanso, mi cuerpo y mi mente están tan alterados que yo mismo no me reconozco. No es posible entretenerse en nada, concentrarse en ordenar la ropa revuelta por mi cuarto es una tarea imposible. Mis brazos pesan toneladas, levantarlos es algo fatigoso, mis piernas no quieren caminar ni mantener mi peso, las manos y los dedos que son una herramienta tan precisa cuando estás normal en estos momentos no sirven de nada, nada puedo hacer con mis manos, todo se me cae, no agarro bien los objetos, me tiemblan.
Todo es una tortura, física y mental, todo es una noria gigantesca que da vueltas conmigo dentro, no hay mecanismo de parada, no hay un descanso para respirar, todo es dar vueltas y vueltas alrededor de un dolor y un pensamiento.

Solo es una incompleta e imprecisa descripción de los días posteriores a la decisión de dejar de fumar heroína. A la decisión motivada por cosas que no vienen al caso en estos momentos de dejar la heroína le precede el tormento chino de la abstinencia o “mono”. No solo debe ser una decisión bien fundamentada sino que hay que añadir la valentía de creerse que podré resistir el tormento que se me asigna. El castigo de años de jonky es implacable, no hay compasión, no hay perdón. Es algo que se debe aceptar como parte de esa vida sin heroína que se anhela, su precio es elevado y no existe un posible regateo.
Es más, todas estas palabras, este intento de exponer la situación que se crea no alcanza lo más mínimo a la durísima realidad. Hay personas, muchas, que parecen pensar de una forma infantil, piensan como lo haría un niño de muy corta edad, estos niños piensan las cosas sin necesidad de añadir todo lo que influye o acompaña a eso que se piensa. Un niño cuando piensa en la playa ni se le ocurre pensar en el viaje, en coche, avión o tren, ni se plantea el gasto que se produce, no hay lugar para pensar en el tiempo que puede haber, en si es invierno o verano, si son vacaciones o no. Un niño quiere ir a la playa, piensa en ella y no hay más, se acabaron los problemas. Hay muchas personas adultas que en ciertas cosas piensan igual. Cuando hablan de dejar una adicción como es la heroína se plantean un antes y un después sin más. Ellos imaginan o incluso se lo creen intensamente que un día se fuma heroína y al día siguiente no se fuma heroína. No es así, salvo que se haga en situaciones de no adicción. No es únicamente el dolor y el vacio en la vida que se produce al dejar la heroína, es la continuidad de eso, es un día y otro, es sentirse tristemente alegre en un momento al pensar que ya no fumo y que venga el momento inmediatamente siguiente para sentir plenamente todo ese dolor y ese vacio multiplicado por mil. Es el agotamiento de mi resistencia física, moral, intelectual y mental. Es el obsesivo pensamiento de permanecer sin tomar heroína, es la ocupación total de mi mente y de mi persona por la decisión que he tomado. Mi mente me presenta como en un mercadillo, en el suelo encima de una tela todos los objetos, cosas, abalorios mentales que me dicen ¿por qué lo haces? ¿por qué sufres? ¿por qué necesitas hacer esto? ¿por qué te empeñas? ¿Quién te dice que lo hagas? ¿realmente has pensado bien hacer esto? ¿es necesario? ¿de qué te sirve? ¿a quien quieres engañar? ¿por qué no lo dejas? …¿más?, puedo poner aquí miles de preguntas como estas, puedo escribir millones de frases entre interrogaciones que veo todos los días que paso sin fumar heroína y a todo esto sumar el dolor, la desesperación, la falta de motivación y el vacio existencial.

Muchas personas piensan que ahora y una vez que no extiendo el papel de plata, que no pongo el polvo marrón encima, que no enciendo el mechero y quemo ese polvo, que no aspiro el humo endemoniado de la heroína y que no me llega hasta el último bronquio… que ahora es todo igual que antes, igual que cuando era alguien “normal”. No, no, ahora, y si lo piensas de cierta forma, es peor que antes, ahora es un infierno y antes era otro infierno, pero antes me olvidaba del infierno en cuanto llegaba ese humo a ese último bronquio, ahora no. Ahora es un infierno que no me da respiro, que no me deja descansar. Todas esas personas que piensan como niños pequeños puede que acostumbradas a pensar así no entiendan esto, pero les digo que no hay un antes y un después, no, hay un infierno que intento que se acabe, que lucho por que se acabe y hay otro infierno en el que he entrado y vivo en él, que es un infierno que no tiene salida y que puede que acabe con mis fuerzas y me mate. Esa muerte que sería el fracaso de mi decisión. Pienso que las cosas que el ser humano se propone pocas veces son inmediatas, pocas veces y casi ninguna son bruscas y separadas por una fina línea, pienso que son poco a poco, que las separa una gruesa línea que cuesta atravesar, que las cosas que se empiezan hasta que se concluyen las separa todo un mundo comparable a ese que queremos dejar y a ese que queremos entrar. Yo he comenzado a caminar dentro de esa zona gris, ancha, desconocida, que separa mi adicción a la heroína de una vida normal y esperanzadora. ¿Qué pasará? No sé, lo contaré si mis manos y mis dedos me dejan, si mi dolor me da un respiro y si mi desesperanza y fatiga se compadecen de mi.

miércoles, 30 de mayo de 2007

¡¡Mónica oh my darling!!





Es una escena musical de una película india llamada "Caravan", la cantantes se llama Asha Bohsle y la canción "Piya Tu Ab To Aaja". Y solo tengo palabras para decir que es ¡genial!. Disfrútenla, merece la pena.
(Vía "La Ninfa Voyeurista")

domingo, 27 de mayo de 2007

¿Mi nueva vida?

Pues en mi nueva vida lo único que hago es meter la pata y no poderla sacar. Un ejemplo; como me aburro y me sobra tiempo pues cambio la plantilla del blog, pongo una foto en la cabecera, la veo, no me gusta, vuelvo sobre mis pasos, la intento quitar...y no puedo ¡ale!, así es.
Así que ahí está, la cabecera que no sé como cambiarla. Esto es mi nueva vida. Este ejemplo retrata con exactitud lo que hago ahora, sin heroína.

miércoles, 23 de mayo de 2007

Personas abandonadas

También personas abandonadas, esta chica de 18 años con una hija de dos es la que veía casi todos los días. La conocí antes de casarse, vivía en casa de su madre, a los 14 años ya estaba en la edad de casarse y un año después lo hizo. El primer chico con el que estuvo, con él se casó, no ha conocido a otros chicos, ni siquiera tuvieron relaciones sexuales, eso fue después del ritual que hacen ellos para casarse, no hay cura, no hay iglesia, solo hay una fiesta que se culmina con el chico y la chica a hombros de sus amigos. Estando en esos malabarismos se besan y fin. El sello con el que se acaba la ceremonia es el beso a hombros de amigos. Después fiesta y más fiesta, hasta el desmayo, hasta las tantas.
Un poco más tarde; los hijos. Se construyeron una chabola en un día, pusieron una cama y amontonaron todos los regalos de la boda, nada más, no hacia falta más. Seguí viéndola hasta hace unos días, le dije que dejaría de ir y ella me miro con expresión de decepción, casi de pena. Unos segundos después me dijo; -“si, es mejor, tenias que haberlo dejado hace tiempo”-. Esa fue la despedida. Llegue a hacer amistad con ella y su marido, tan joven como ella. Pero no me dio pena, fue casi una liberación. También la abandoné.

lunes, 21 de mayo de 2007

Lugares abandonados

Elementos abandonados, lugares abandonados, rutinas abandonadas, personas abandonadas, cosas, objetos, sentimientos, emociones abandonadas. Todo al final se abandona, pase lo que pase no se sabe por qué, todo acaba abandonándose. Lo vemos, hay millones de ejemplos, nadie puede abstraerse a ese abandono que vemos el que no vemos, el que imaginamos, el que comprobamos. No importa, el abandono siempre llega. El principal, fundamental abandono es ; la Muerte, así con mayúscula, ese final de todo, el paradigma del abandono. Parece como si nos fuéramos entrenando, acostumbrándonos para ese último abandono mediante los pequeños y medianos, y puede que incluso grandes, abandonos durante toda nuestra vida. Toda la vida dejando cosas en el camino. Al principio todo parece que nos importa, todo lo guardamos, los amores, el primer amor, ese que nos acompaña durante muchos años. ¡Ahh ese primer amor!, como nos acordamos y como lo guardamos, como te acuerdas ¿eh? No importa, también se abandona. Todo sin excepción. Como las estrellas fugaces así somos, estrellas fugaces que vamos dejando una gran cola luminosa de abandonos, de “material” que se nos escapa por la cola. A todos nos parecen bonitas esas estrellas, pero poco a poco van deshaciéndose, dejando atrás todo lo que contenían, ¿al final?; nada. El abandono total.
Mi vida, qué cuidado tengo con ella, cómo la cuido, parezco un virtuoso orfebre tejiendo pequeñas obras de arte con hilos de oro, pequeñas piedras preciosas, maderitas nobles… Mi vida es mi obra de arte, pero voy abandonando cosas y cada vez más, puede que sea necesario, puede que sea así como debemos actuar. Ya sé que al final no voy a quedarme con nada, porque nada es mi herencia, porque nada soy en la auténtica y verdadera realidad, esa que no vemos y que nos dicen que está aquí con nosotros.
Aquí están estas fotos, testigos de cargo contra mi estupidez patológica. Soy capaz de hacerme tanto daño como ese que no deseamos ni a nuestro propio enemigo, soy capaz de tal autocrueldad que se nos escapa dándole de lleno a los que están a nuestro lado. Si pudiera darme cuenta de cómo sufren esas personas con tan mala suerte que les ha tocado estar cerca de mi, por su destino o por lo que fuese. Si pudiese lo más seguro es que vomitase.
El papel de plata con la gota de caballo, el turulo y … pues si, también el centro comercial donde se compra el papel de plata, en el poblao está este kiosko en donde por la ventana con reja que hay pides el “cacho” de papel de plata a 50 céntimos, la coca cola a un euro, el mechero si se te ha olvidado, también a un euro. Casi todo cuesta un euro o más. La vieja, la que sirve. El viejo el que echa la bronca cuando alguien se pasa. Escena olvidada, abandonada. También, la miro y quizás me dan náuseas, puede que ver la foto me revuelva el estómago, todavía, aún. Desazón, incomodidad, malestar, inquietud todavía y aún.
Qué pase el tiempo, por favor, qué pase.

jueves, 17 de mayo de 2007

Elementos abandonados




Un apero que he dejado en el camino. Creo que lo miro y me dan náuseas, no sé, creo que si. Lo pongo aqui como evidencia mítica de mi conciencia, algo así como la figura de Cristo en la cruz para los místicos católicos. (mi preferido San Juan de la Cruz, precisamente).

lunes, 7 de mayo de 2007

To be continue

El 24 de Abril (¡jo! parece una canción de "celtas cortos") salió una noticia en el periódico que se titulaba "Desastre en el mundo de la droga". Pues bien el 24 de abril no es el 28 de diciembre que podría dar lugar a equivocaciones, la noticia es verdadera, vamos yo mismo la he contrastado personalmente, he indagado, he acudido a las fuentes, he investigado, he sobornado, he puesto en peligro mi vida, en fin que me he jugado la integridad física pero finalmente puedo confirmar que la noticia es auténtica.
Ese famoso jonky, famoso en el poblao gitano, claro, personaje alabado por unos y denostado por otros ¡ha sucumbido a la vida normal!, ¡ha claudicado frente a un mundo sin drogas!...Desde luego lo que hay que oír y ver, estamos en una época tristemente alocada y frenopática. ¿Cómo ha podido llegar a ocurrir que alguien tan metido , de cabeza, en el mundo de la heroína, mundo literario e incluso idealizado donde los haya de repente, así sin más, deje el vicio tan arraigado?. Pues si, lo confirmo, lo dejó y la noticia salió el 24 de abril. Y he de decir, orgullosamente, que la exclusiva mundial la di yo, yo personalmente. Si, claro, tengo una estrechísima relación con Jody Dito, pero no quiere decir que tengamos nuestras diferencias y que a veces me de un poco por culo.

Una vez dicho esto, tengo que decir de otra forma, en un sentido más formal, serio, respetuoso y agradecido que; El nacimiento de este blog fue una continuación natural de mis escritos en pequeños cuadernillos "Miquelrius" desde mi adolescencia. Muchos de nosotros tenemos una tendencia a escribir que en muchas ocasiones nace de nuestro afán de lectura, de esas ganas de conocer, de leer, que aparecen en las personas que, supongo, están más atentas a lo que nos ofrece y al trabajo que nos da esta vida. Llega un momento que la cuestión no es escribir bien o mal sino solo escribir. Es una liberación en multitud de ocasiones, es una catarsis desde un punto de vista formal, es un entretenimiento desde el punto de vista lúdico, es un ocupar el tiempo productívamente desde el punto de vista vivencial, es muchas cosas a la vez.
Yo tengo un problema, que es mi adicción a la heroína, he estado enganchado dos veces, la primera durante 4 años y esta segunda durante más de 3 años con un largo periodo interenganche. En esta última ocasión quise que formara parte de mi autoterápia escribir mis historias con la heroína y este medio, el de los blogs, me pareció muy oportuno.

Mi sorpresa, que aún la tengo, ha sido este puñado de lectores que ha surgido a la sombra de esta técnica. Este es un hecho que hace que no pierda la fe en las personas. La solidaridad mostrada por algunos lectores, la mayoría, y el simple hecho de leer mis historias, me ha confundido y ha removido la idea de la maldad intrínseca de las personas y la falta de cariño (por no mencionar "amor") que tenía arraigada en mi. Desde luego es asombroso que de repente surjan sentimientos en otras personas y que los muestren hacia congéneres que ni siquiera conocen. Solo hace falta leer y enterarse de las dificultades de una persona, cualquiera, para que haya otros que tiendan la mano y sin saber siquiera si serán de ayuda o no lo hagan de forma altruista y con solidaridad.
Estoy muy agradecido por todo esto; lectores, solidaridad, comentarios, amistades surgidas y más. Pero la función de este blog, me parece, ha finalizado. Evidentemente no he acabado con mi adicción hacia la heroína de la noche a la mañana, pero si que hoy por hoy no estoy fumándola. Estoy automedicándome y luchando a brazo partido contra mi deseo y falta de voluntad, ¿qué lo lograré? ¿qué sucumbiré de nuevo? ¿qué podre lanzar las campánas al vuelo?...no lo sé aún, lo que si sé es que ahora no fumo, lo he dejado y la función de este blog ha terminado. Terminó según la concepción inicial, que ahora sigan apareciendo historias acerca de como va el asunto postheroína, de historias acerca de la lucha contra mi falta de voluntad o de historias de como se me cae el mundo a mis píes en esta nueva forma de vivir, sin heroína, pues esta es otra cuestión. De momento aquí acaban las historias que nacen de mi adicción y puede que dentro de algunos días empiecen ese otro tipo de historias o ¿quien sabe? ¿quien puede decir lo que va a ocurrir dentro de un segundo?.

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