OM TARE TUTARE TURE SOHA

jueves, 2 de junio de 2005

La dosis



Un día soñé que a lo lejos, en el horizonte explotaba una bomba atómica, me fijé en el caracteristico fenómeno que produce, visto cientos de veces en el cine o donde sea, una gran masa de humo en forma de nube blanquísima ovalada rodeada de un brillante tono amarillo-rojo-naranja, subía, no rápidamente, sino casi a cámara lenta.
Era la onda expansiva la que corria a velocidad de vértigo hacía mi, hacía todos los lados del espacio, en las 10 direcciones.

Más tarde me dió por pensar;
Me siento como si un hijo mío hubiera estado fuera de casa mucho tiempo y comenzara a oscurecer.
Y si las armas caen y yo sobrevivo?..... Todas las mañanas, cinco días a la semana, salgo de mi casa y recorro en coche 20 km hasta el lugar donde trabajo. Durante siete u ocho horas estoy solo. Cada vez que oigo en el aire un gemido súbito o uno de los más atroces impactos de la vida ciudadana, o sirvo de huésped a cierto tipo de pensamientos indeseados, no puedo evitar preguntarme cómo sería.

Supongamos que sobrevivo. Supongamos que no se me derriten los ojos en la cara, que no me toca el huracán de misiles secundarios en que hormigón, metal y cristal se han convertido bruscamente; supongamos todo esto. Me veré obligado (y es lo último que tendré ganas de hacer) a desandar los largos 20 km que me separan de mi hogar a través de la tormenta de fuego, los restos de los vientos de mil millas por hora, los átomos descarriados, los muertos envilecidos. Luego -Dios mediante, en caso de que todavía me queden fuerzas y, por supuesto, de que aún estén vivos- tendré que encontrar a mi mujer y mis hijos y tendré que matarlos.

Claro que estos pensamientos y sueños quizás sean de la década de los 50 incluso de los 70. Puede que ahora no me dé por pensar estas cosas. También sé que estas cosas es producto de la ensoñación que produce la heroina. Se piensan escenas, actos de horror, de terror inconsciente. En un estado de duermevela aparecen escenas tristemente horripilantes, sus protagonistas son seres humanos en las más variadas y escabrosas situaciones. Me da miedo pensar esto. El instinto de supervivencia, a veces, se manifiesta muy fuerte y produce miedo.


Si tienes heroina o cualquier otra sustancia, no paras hasta que se acaba. Es necesario tener una cantidad adecuada, si no puedes pasarte de dosis. Puedes seguir y seguir fumando hasta la inconsciencia, primero aparecen las escenas mencionadas, después ya no te das cuenta de nada. Más tarde quizás te veas en el estado intermedio que hay entre vida y vida. Y ya sea demasiado tarde para frenar.

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