Quizás hace un tiempo me sentía un bicho raro o más bien un marginado y más que un marginado me sentía un "outsider" como dicen los anglosajones, un tramposo. Pensaba que hacia trampas con la sociedad, esta me había dado algo, como a todos, y yo la estaba pagando con mi adicción.
Me veía casi como un despojo humano, a esto contribuía la propia sociedad. Todo el mundo llamaba a los adictos, Yonkis, a la heroína; marginados, delincuentes, arrastrados... daba igual con quien hablases siempre era la misma cantinela. En la TV, en la radio, las propagandas sobre drogas. Todo era o estaba en contra de estas personas que tienen la desgracia de haberse enredado con esta hidra de mil cabezas, los seres humanos que habían caído en la espantosa trampa de la droga.
Es una perfecta y paradigmática desgracia del ser humano. Hay otras, claro, y muy gordas, la muerte de los padres, el tener cáncer, el perder todas tus propiedades por una desgracia natural, el que te deje tu novia y así un montón de situaciones que se puede decir de ellas que son desgracias tremendas y alienantes.
La droga, caer entre sus garras es otra de ellas, si cabe mayor. Puede que el que no la sufra no la comprenda, aunque si bien esta es una característica de cualquier desgracia; no se aprecia su verdadera dimensión si no le pasa a uno mismo.
Desde hace relativamente poco tiempo, esta apreciación, visión de mi mismo, ha cambiado. No puedo seguir manteniendo ese discurso mientras veo el panorama a mi alrededor. Nada más leer, mirar, escuchar, observar... lo que surge a mi alrededor cambia la visión que hasta hace poco tenía de mi.
Miro al gobierno de esta nación y veo que su preocupación es tratar con asesinos y mentir a la sociedad.
Miro un poco más hacia allá y veo a otros políticos enfrascados, no en el bienestar de sus paisanos sino más bien en su desfachatez a la vista de todo el mundo de lograr poder, prebendas y dinero. Basado en la insolaridad con los demás, en la idea de separación de una sociedad que lleva junta más de 600 años.
Incluso miro a izquierda o derecha y veo el engaño, la mentira, la preocupación por uno mismo, el pensamiento único, la superficialidad de las ideas, la pantochada de las artes, la verguenza ajena de la falsa solidaridad con el "tercer mundo", la hipocresía de combatir el hambre, la mentira y estafa de "alimentos por petróleo, la tremenda estupidez de algo que se llama alianza de estúpidos o civilizaciones, no sé.
Desde el más alto personaje de la vida pública hasta el más arrastrado e ínfimo de los "olvidados", desarrapados de la calle, todos, miro y solo veo ganas de engañar al prójimo e hipocresia.
¿Como puedo pensar de mi algo cuando veo lo que veo? ¿Qué escala adopto para medirme a mi mismo?. ¿Soy un yonky?, si, lo soy. ¿Un drogadicto?, si, lo soy. "No eres como nosotros Jody, eres un marginado consumidor de heroína", si, lo soy. Y debo decir que a mucha honrra.
Que lo sepa todo el mundo Jody Dito consume heroína, la fuma, va al poblado gitano, arriesgándose, a comprarla. Si, Jody Dito se esconde de la policía cuando la ve. Si Jody Dito no es un hipócrita, tengo una conducta asertiva -defiendo mis derechos sin violentar los de los demás- aunque sea un yonky. Muchos, a pesar de demonizar mi actitud, son máscaras de su íntima naturaleza, títeres de su carácter mentiroso.
El mundo al revés, elijo este lado de la vida aunque me cueste eso mismo.