Un camello
Los "camellos" no son unos animales con una joroba, lentos al caminar, habitantes del desierto y campeones a la hora de no beber agua, no. Los "camellos" son personas con pocos o sin ningún escrúpulo, malencarados, violentos y por lo general con una cohorte de seguidores babosos y pegajosos.
Antes los camellos eran chavales de familia bien que para mantener su adicción vendían heroína a sus "cúates" a sus amigos. Eran jonkis finos, no se implicaban en las miserias de los demás, no tenían ninguna compasión por el prójimo. En cierta medida es comprensible pues sino el negocio se hundiría.
Así tiraba el mundo de la heroína, en cada barrio de forma diferente, pero siempre había un camello a mano. O lo conocías tú o lo conocía yo.
Ahora no, es diferente, es impersonal. Ahora el camello no es del barrio, no es alguien conocido incluso ni es español. Ahora el camello es un iraní, la mayoría. Los hay de todo tipo y nacionalidad, pero por lo general son iraníes. La droga se produce en Afghanistán, en Irán, Turquía...La familia o los amigos del camello iraní organizan la partida en su país de origen, la droga se traslada hasta España y se guarda, no se reparte enseguida, se guarda, se entierra.
Igual que hay zulos de armas de ETA, hay zulos de heroína de Irán. hay un "stock" importante. La guerra produjo una crisis, aunque nunca faltó la heroína, era de baja calidad, estaba cortada, pero nunca faltó.
Los iraníes la reparten a los gitanos, el negocio es suyo. También hay iraníes que la menudean, que la venden, no en pequeñas dosis pero si en dosis medianas de medio o dos kilos, son otros, esta vez españoles, quienes la venden en papelinas de seis euros.
En fin!! todo este preámbulo es para contar la historia de un camello iraní al que conocí y me la contó a mi. Pero la historia será contada en el siguiente discurso que escriba, por hoy ya he dicho muchas cosas.